miércoles, 5 de mayo de 2010

Nuestra morada


La casa del señor es la plaza
de cualquier ciudad o pueblo extraviado,
la simple línea de la tierra
o la línea de la mar
y su horizonte.

El fiordo, el río y su desove
o el deshielo, el canal, el lago
y el destierro que marca el estuario
y sus velas hinchadas, la luz del día,
la nube que matiza
el reflejo del sol en la montaña.

Adentro de uno mismo se cuelan
espera y silencio, preguntas y + silencios
pues ninguno se juzga por aciertos, errores,
omisiones u olvidos.

Los errores se corrigen con la pluma,
la reparación arregla los entuertos
y tú me miras ciegamente a los ojos
llevándome allí
donde el mudo
se a quedado sin palabra escuchada.

De la mano,hermano,
vemos el camino y su andariego ruego y
calma lenta,
El beso cierra al atardecer y el retiro abre el
hogar en su guarida.

Gabrielirosa (Cristóbal Salinas) - 2010

Te vas


Si tu te vas
viene más gélida la nieve,
palidecen las gaviotas
y la ternura cuajará hostil.

Pero
los alelíes
conocen ya tu nombre
enraizado en mi sangre,
y así mi ilusión antigua
bañará en soles
esa alma tuya
con amantes sonidos gaiteros
bajo la luna espía.

Si tu te vas
nadie alentará los suspiros
pues contigo
llegaron a mi vida
el sonido del río,
sus piedras doradas
y su pedregal herido.

Si tu te vas
mi nido infantil
dibujará el hastío.

Melisanda -2001

Un dia

Un día
estuvimos muy cerca
nos mecimos en esencia
cálidos, sorprendentes
tanto así
que
aún hoy
conviven sin traducción
esos caprichosos sortilegios.

Sin embargo
ese irrepetible
un día...

Teresa Roig -2001

Amor

Revives
desde mi trampa de cenizas
puedes ser versos
u otros idiomas
en trasnoche de sueños
e intercambios de juegos,
no importa tu forma
cuando al roce de las estrellas
nos deslumbras y creas.

Mientras
al juntarnos
sin temor a las imperfecciones
ni al ser desconocidos,
somos eternos,
y semejando
una fruición de torbellinos
nos deleitamos
aún en la tibieza del remanso.

Teresa Roig - 2001

E-mail

Cuando la noche
con sus densos pliegues de negrura,
me invade

Cuando la ciudad
se torna afónica y
la soledad barre las calles
dejando ver,
apenas
uno que otro vagabundo
maldiciendo su destino,
entonces yo, busco abrigo
en la tibieza de mis recuerdos

Son tan queridas
las palabras que a través
de la pantalla, ahora muda,
tu me enviabas
envolviéndome como en un manto,
toda entera

Nunca oí tu voz,
y sin embargo, su música
dió luz hasta a mi más
escondida célula.

El azar te trajo en esa tarde
igual que un taumaturgo,
para hacer prodigios
en mi silencio.

Julieta Morales - 2001

Diaria brisa


Intacto
huele el tiempo por
mi ventana,
cada día, con cada
una de sus horas,
en cada despertar, son
pétalos recientes;
desnudos,
se suman es-
tambres de ayer.

Es el desfile de zapatos
de arrugadas monedas,
que suben al negro
embarcadero.

Son los dominios de
existencia,
es la ensenada de los
que fueron,
es la contabilidad de
los párpados;
hasta que bostece la
mañana.

Fernando Valenzuela - 2001

Mis viejas zapatillas


Ventanas de historias,
compañeras imparables
por los surcos del siglo.

Tus trotes zigzagueantes,
pintan paisajes
con el color de los aromos.

Dibujan caminos carcomidos por el calendario;
deshilachando recuerdos.

Y como artilugios de magos:
-Las sonrisas danzan al
compás de los clicks;
-retornan sudores
de incansables peldaños;
-y el escalofrío navega
por impensados ritmos.

Trofeo desechable,
cuentos de abuelos,
espacio en mi velador.

(Las mías se reciclaron
al comenzar el siglo XXI)

Johanna Muñoz - 2001