sábado, 31 de octubre de 2009

Camino Clemente


Amarra tus sueños
y naveguemos
por las aristas de
la noche.

Vendrás con el aroma
del fin de la jornada,
entonces divisaremos las
insolentes vitrinas,
cantando al rincón
de los bolsillos.

Y luego
algo descubrirás
en la olla.

Yo lavaré los platos
entibiaré tus piés,
mañana encontraré
trabajo.


Fernando Valenzuela

domingo, 25 de octubre de 2009

Juan y sus Flores

A su bautismo,
fueron Gingers y Rosa Gerbera.

A su confirmación y comunión,
Clavel y Cala.

A su matrimonio,
Lilium y Violeta.

A su funeral,
Crisantemo, Fresia
y las Campanas…
remecidas, en silencio.

En todas las ceremonias,
Cardenales.

A Juan lo sepultaron en la falda de un cerro,
donde viaja la vida en las patas de las abejas
o llevada por el albur del viento,
donde los caracoles arrastran el peso
de la eternidad.

Juan yace esperando,
bajo los pétalos de un durazno en flor.

Ahí;
yuyos,
dedales de oro,
verónicas pérsicas,
multisias,
chilcas,
manzanillas…

en aromas y colores,
todo el año…


Oscar Concha Mena

Lagrimas en el Mar

Las olas del mar nos dicen,
que su agua es un cúmulo de lágrimas.

Lágrimas por amores que nunca se encontraron,
ahogadas en las profundidades del desamor.

Bajo las olas,
llega tímida la luz del sol
y es indiferente la luz romántica de la luna.

En penumbras, duermen las goletas olvidadas.

Poseidón les consume el hierro,
destroza en silencio la madera,
deshilacha con torpeza los velámenes
y esconde sus pecados bajo el musgo

La fauna marina sobrevive o muere, sin pensamientos.

Los pasos meditabundos desaparecen en el arrecife
y en la arena.

Se movilizan los tentáculos del olvido.

Los espíritus, siguen obedientes el vaivén de las mareas

Bajo las olas,
no hay desazón, ni vientos.

En su último refugio,
los amores frustrados se apaciguan.

Las gaviotas agitan el aire salino.

Rosas blancas flotan, mecidas por el mar latente.

Peregrinos llevan, a los eternos soñadores,
nuevas lágrimas de amor.


Oscar Concha Mena

Ojos Clavados

En ti clavé mis ojos
esa vez primera

En ti clavé mis ojos
en tu sensual figura

En ti clavé mis ojos
en la sonrisa suave

En ti clavé mis ojos
y nunca más a nadie
pude yo mirar
y nunca más a nadie
pude yo mirar
y nunca más a nadie...


Oscar Concha

Mis Pecados

¿Quién redimirá mis pecados?

No lo hizo la lluvia virgen que vino del cielo
ni la alborada de un día claro
ni lo hicieron las lunas de mil noches de insomnio

No fueron suficientes los padrenuestros
tampoco las avemarías
ni la absolución de diez arzobispos.

El perdón, aún está en tus labios

Pero tus labios permanecen impasibles
ya todo lo dijeron algún día
me entregaron todos sus besos
me dieron todos los suspiros

El perdón no quedó por escrito
tampoco flotando en el aire
ni siquiera firmado en el agua

¿Quién redimirá mis pecados?


Oscar Concha Mena

La Noche de los Diamantes

Es de noche, está húmedo y hace frío
lentamente se reúnen los señores

Pancho ¿cuántas personas han llegado?

Veinte, pero siete son jugadores.

Sólo siete se ríen del chistoso
mientras, se dirigen a dos vestuarios
ahí llega un personaje presuroso
parece, nunca supo del horario

Masajes, vendas, frixios por doquier
trotes de tres metros, elongaciones
la luz de la cancha empieza a encender
ya es hora del inicio de emociones

En medio del campo, balón y juez
se revisan los hombres y sus años
un equipo tiene once y otro diez
y de años, falta un siglo bien contado

El más sabio se cambia camiseta
se produce el acuerdo tan ansiado
un pitazo y la lucha queda abierta
comenzaron los gritos destemplados

Saltan, corren, y ríen sudorosos
tras la esférica siempre caprichosa
a veces el dominio es portentoso
pero en otras, la bola es resbalosa

Aparecen los goles del recuerdo
sonrisas y el orgullo simulado.

En los contrarios hay un desconcierto
¡No arruguemos dijeron los ancianos!

Termina el primer tiempo y no hay descanso
de inmediato se cambian de sus lados
a un arquero le dan diez balonazos
pero el otro, se queda congelado

Un anciano recibe la pelota
y de pronto una insólita jugada
un violento disparo a quemarropa
fue gol, ¡con la pelota desinflada!

¡NO VALE! … ¡Exclamaron los famosos!

¡SI VALE!... ¡Reclamaron los ancianos!

habla el árbitro en un tono amistoso
empate e indica el centro con la mano

El tercer tiempo es más entretenido

Con ¡SALUD! rebobinan las jugadas
reviven los recuerdos desde niños

¡SALUD! y hasta la próxima jornada


Oscar Concha

La Mirada

Sobre una mesa,
dos vasos de vino
dos manos que se tocan
y sólo una mirada

Cuánta historia
cariño y amor
hay, en esa mirada
de él a ella,
de ella a él,
a los ojos

Esa mirada,
los envuelve,
los transporta,
los transforma,
en uno

Ellos,
no están ahí,
sólo está,
su mirada


Oscar Concha

jueves, 22 de octubre de 2009

Si preguntan





Si preguntan por mi
diles que me he ido,
diles que salí definitivamente
a dar la cara,
sin pintura
sin traje de seda
con el paraguas bajo el brazo
y el sombrero negro.

Diles que apagué el fuego,
que dejé la olla limpia
y desnuda la cama,
que quité el disco de boleros
que estrellé la copa contra el espejo.

Diles que me cansé de esperar
que fui a buscarle
que salí a cobrar la deuda
de placeres perdidos.

Diles que no hay fuego, pan ni vino,
que me he ido
que eché llave a la puerta
que la sombra tragó mis recuerdos
y los peldaños despidieron mis pisadas.


Gabriel Robles
Abril 2009

Soledad en Ciudad Gotica

Soy un animal tormentoso
que recorre senderos iluminados
de presencia humana.

Vivo en medio de eriales
ni dichoso ni infeliz,
en cruel comercio de gases
con vecinos de piedra
y mutilados espantapájaros verdes.

En medio de la tiniebla
una mujer me invita a la cama,
sus labios me amenazan hasta la madrugada
sus dedos escarban
como cangrejo de playa cada una de mis partes
e imágenes dolientes de otra edad
vagan junto a la resaca.

Es un barrio embrujado,
lágrimas recorren mis pensamientos,
una guitarra eternamente virgen
ameniza el viaje,
el frío de la noche abriga mi cuerpo
mientras caras burlonas de la gente
muestran el sol equivocado.

Soy andante en el dédalo del tiempo.


Gabriel Robles
Agosto 2009

Comenzar de nuevo





Intento,
con mis guiños,
complacer a un ángel.
Suplico por tus dedos, en carne viva.
Cancelo citas pendientes.
Amago una retirada sin éxito.
Salto en paracaídas a tu estómago.
Subo la escalera de tu alma.
Desciendo el tobogán de tu brazo.
Escalo con prudencia tu espalda desnuda.
Desdigo lo nunca dicho.
Aplaco la furia que guardan mis ojos.
Escucho con la nariz el susurro de tu sangre.
Derramo, tu sudor quejumbroso.
Lastimo, sin querer, tus pecados recientes.
Condeno, sin esmero,
mis palabras prohibidas,
mis placeres prohibidos,
Peco de ingenuo
y cuando muero
ya es tarde para empezar de nuevo.


Gabriel Robles
Septiembre 2009

Pobreza





Y volverás con el vestido de jueves
el de todos los días
el de bordes usados
cual servilletas antiguas.

En sus ojales
solo queda el aliento de tus fósiles deshilachados
de fuerzas perdidas
de pasiones insensibles.

Pero en un trozo de bolsillo
aún queda para soñar
vestida de día lunes.


Gabriel Robles
Abril 2009

Dia





Solo mi día
sueña contigo
el sol ilumina
hasta el mar,
sueña.

Mi vida no está
solo sueña contigo
pero no conmigo.

Cambié
pero el día
no cambia
un día si
un día no.

Rosario Robles (8 años)

Luna





Luna de mis ojos
como enseñas mi vida
aunque no piense en ti.

Tu
no me has querido
pero yo te quiero
deja que el mar
avance.

¿Por qué
no nos juntamos
con el peligro del cielo
no te quiero perder.


Rosario Robles (8 años)

martes, 20 de octubre de 2009

A él que es un niño bueno


De repente lo miran con amor,
de repente lo miran con algo de frío.
Él, que es un niño bueno, que va al pan cuando le dicen
y trae todo el vuelto,
además de una risa entre los dientes.
(le faltan las muelas de atrás pero no se le notan,
a menos que se ría con el alma).
Él, que se afeita para disimular
los treinta y tantos que le vienen;
él, que es un Cristo Post-Moderno
pero con las cruces pequeñitas y la prédica medio muerta.

Dejen que el niño duerma
que hoy se limpió la cara y quedó bastante limpiecito.
Déjenlo vivir por debajo de los párpados,
que mañana pagará con lágrimas
el arriendo de las tardes que le vienen.

Dicen que la madre no llegó a buscarlo al tercer día
-se le pudrieron las tetas de tanto recuerdo y testimonios de leche-.
Dicen que la virgen lo parió en la soledad
(su mamita era virgen y se llamaba María Soledad)

No lo miren tan de cerca,
que tiene las pupilas amarillas,
puntos negros y caries en los ojos,
náuseas cuando dice h o l a, perros cuidando sus secretos.

A veces llora mucho por la piel, pero no es por la tristeza.

Se sacó la cresta cuando chico:
se le infectaron los labios por afuera;
se sacó la cresta cuando grande:
se le infectaron los labios por adentro.


Franco Muzzio




Mientras su noche habla el único discurso que conoce


Mientras usted come pancito con queso,
los ríos se callan,
y las niñitas comienzan a pintar su piel,
como putas de oficio comprobado.

Mientras usted aprieta el control remoto,
ve lo triste de las noticias
y decide que el dolor ajeno le hace daño en la retina,
las niñitas se zampan hasta la alergia de los hombres.

Mientras usted,
busca el mañana en el pronóstico del tiempo,
las niñitas escriben recuerdo en sus rodillas
y guardan flores de semen en la memoria.

Los ríos de nuevo se callan,
no hay listados donde se llamen
a las niñitas que esconden sus juguetes con la noche.

Pero no importa realmente,
cuando amanezca veremos qué se hace;
mientras,
las niñitas se hacen Marías con las trenzas
y sus piernas comen
de los pececitos de los hombres.

Franco Muzzio







No hay niños feos en el mall de los pájaros
(hay niños lindos escondidos en lo triste)



No hay niños feos en el mall de los pájaros,
sólo existen niños que no pasarán
ningún casting hecho por los ojos
y que su sonrisa no será una portada de revista.

No hay niños feos para el viento,
sólo existen pelos duros que no vuelan
en el universo del comercial de moda.

No hay niños feos para el pasto ni para las hojas.
No hay niños feos para las rosas,
pero sí para el marketing que hacen con sus pétalos

No hay niños feos para el sol
que alumbra con y sin público bonito.

No hay niños feos en el mall de los pájaros
ni en la segmentación que hacen los árboles.


Franco Muzzio










Usted es la suma de varias mujeres
que he visto en el resultado de la calle



Usted va por la calle como si nada
pero como si todo fuera pasando

Según el sistema usted encaja en el segmento de mujeres feas
pero en realidad
tiene a una miss universo metida dentro de los ojos

Usted siente que todos los días
se le mueren las niñas vírgenes de la infancia

A usted le gusta oír la música del vecino.
A usted le gustan las flores blancas,
usted ama todo aquello que no le entregan en bandeja

Usted tienen las uñas firmes,
carencia de cremas en la piel;
las manos marcadas de sueldo mínimo

Usted no sale en la publicidad
jamás sería la mujer deseada del paradero de la micro;
Usted para ser preciso
podría ser el blanco de la noticia policial.

Usted es el resultado de las mujeres tristes

A usted le tiran el pelo,
le ensucian la mesa con sueños incumplidos;
a usted le insultan los ojos a menudo.

Usted tiene la garganta llena de miedo,
llena de hijos, llena de noche
colmada de flores que no tienen lengua.

Usted es un pájaro bonito
pero aún no se lo han dicho…

Franco Muzzio






A propósito de perros que cometen femicidio


Ellas no quieren perritos que les ladren
ellas quieren perritos que las miren con inteligencia
y a veces con estúpida ternura.

Ellas quieren perritos que les muevan la cola,
a pesar del cansancio
a pesar de los titulares que trae la costumbre ;
ellas quieren perritos que les abracen las noches
y que aparezcan por la puerta con flores en el rostro.

Insisto, ellas no quieren perritos que les ladren
ellas quieren perritos que vuelvan al tono del primer “te amo” .
Ellas quieren, ellas quieren,
un perrito escuchando lo que tenga que decir cada lágrima
y que con su pata le seque las mejillas.

Ellas quieren perritos que coman lento,
que las miren como a las niñas del 14 de febrero,
y que dejen dibujado con las migas
un corazón encima de la mesa.

Ellas NO quieren perritos que les ladren
Ellas quieren perritos que sólo muestren los dientes
cuando una sonrisa se les meta por dentro de los ojos.


Franco Muzzio

sábado, 17 de octubre de 2009

Trabajos a publicar

Estimados autores y lectores.

Los trabajos pueden enviarse a "tallertirsodemolina@gmail.com" donde los administradores tendran mucho agrado en revisarlos y subirlos al blog para su publicacion. Lo de "revision" no constituye censura sino solamente validar que el escrito es cumple con las buenas practicas y costumbres del taller y de internet.

Saludos a todos.

El editor.

Mensaje inicial


Bienvenidos al Blog del Taller Literario Tirso de Molina.

A punto de cumplir 35 años de existencia ininterrumpida, esta es la primera entrada al blog del taller que en su formato semanal habitual, es liderado por Fernando Valenzuela, distinguido poeta y Premio Nacional de Literatura de Chile.

Los aportes aqui publicados corresponden a trabajos que los miembros del taller han hecho llegar a los administradores (Maria Luisa, Maria Nelly, Carmen Gloria y/o Jorge) a la fecha.

Espero disfruten de estos trabajos y nos acompañen con sus comentarios en esta nueva "imprenta virtual" para nuestros miembros del taller, lectores remotos y aficionados a las letras.

Un fuerte abrazo.