martes, 20 de octubre de 2009

A él que es un niño bueno


De repente lo miran con amor,
de repente lo miran con algo de frío.
Él, que es un niño bueno, que va al pan cuando le dicen
y trae todo el vuelto,
además de una risa entre los dientes.
(le faltan las muelas de atrás pero no se le notan,
a menos que se ría con el alma).
Él, que se afeita para disimular
los treinta y tantos que le vienen;
él, que es un Cristo Post-Moderno
pero con las cruces pequeñitas y la prédica medio muerta.

Dejen que el niño duerma
que hoy se limpió la cara y quedó bastante limpiecito.
Déjenlo vivir por debajo de los párpados,
que mañana pagará con lágrimas
el arriendo de las tardes que le vienen.

Dicen que la madre no llegó a buscarlo al tercer día
-se le pudrieron las tetas de tanto recuerdo y testimonios de leche-.
Dicen que la virgen lo parió en la soledad
(su mamita era virgen y se llamaba María Soledad)

No lo miren tan de cerca,
que tiene las pupilas amarillas,
puntos negros y caries en los ojos,
náuseas cuando dice h o l a, perros cuidando sus secretos.

A veces llora mucho por la piel, pero no es por la tristeza.

Se sacó la cresta cuando chico:
se le infectaron los labios por afuera;
se sacó la cresta cuando grande:
se le infectaron los labios por adentro.


Franco Muzzio




Mientras su noche habla el único discurso que conoce


Mientras usted come pancito con queso,
los ríos se callan,
y las niñitas comienzan a pintar su piel,
como putas de oficio comprobado.

Mientras usted aprieta el control remoto,
ve lo triste de las noticias
y decide que el dolor ajeno le hace daño en la retina,
las niñitas se zampan hasta la alergia de los hombres.

Mientras usted,
busca el mañana en el pronóstico del tiempo,
las niñitas escriben recuerdo en sus rodillas
y guardan flores de semen en la memoria.

Los ríos de nuevo se callan,
no hay listados donde se llamen
a las niñitas que esconden sus juguetes con la noche.

Pero no importa realmente,
cuando amanezca veremos qué se hace;
mientras,
las niñitas se hacen Marías con las trenzas
y sus piernas comen
de los pececitos de los hombres.

Franco Muzzio







No hay niños feos en el mall de los pájaros
(hay niños lindos escondidos en lo triste)



No hay niños feos en el mall de los pájaros,
sólo existen niños que no pasarán
ningún casting hecho por los ojos
y que su sonrisa no será una portada de revista.

No hay niños feos para el viento,
sólo existen pelos duros que no vuelan
en el universo del comercial de moda.

No hay niños feos para el pasto ni para las hojas.
No hay niños feos para las rosas,
pero sí para el marketing que hacen con sus pétalos

No hay niños feos para el sol
que alumbra con y sin público bonito.

No hay niños feos en el mall de los pájaros
ni en la segmentación que hacen los árboles.


Franco Muzzio










Usted es la suma de varias mujeres
que he visto en el resultado de la calle



Usted va por la calle como si nada
pero como si todo fuera pasando

Según el sistema usted encaja en el segmento de mujeres feas
pero en realidad
tiene a una miss universo metida dentro de los ojos

Usted siente que todos los días
se le mueren las niñas vírgenes de la infancia

A usted le gusta oír la música del vecino.
A usted le gustan las flores blancas,
usted ama todo aquello que no le entregan en bandeja

Usted tienen las uñas firmes,
carencia de cremas en la piel;
las manos marcadas de sueldo mínimo

Usted no sale en la publicidad
jamás sería la mujer deseada del paradero de la micro;
Usted para ser preciso
podría ser el blanco de la noticia policial.

Usted es el resultado de las mujeres tristes

A usted le tiran el pelo,
le ensucian la mesa con sueños incumplidos;
a usted le insultan los ojos a menudo.

Usted tiene la garganta llena de miedo,
llena de hijos, llena de noche
colmada de flores que no tienen lengua.

Usted es un pájaro bonito
pero aún no se lo han dicho…

Franco Muzzio






A propósito de perros que cometen femicidio


Ellas no quieren perritos que les ladren
ellas quieren perritos que las miren con inteligencia
y a veces con estúpida ternura.

Ellas quieren perritos que les muevan la cola,
a pesar del cansancio
a pesar de los titulares que trae la costumbre ;
ellas quieren perritos que les abracen las noches
y que aparezcan por la puerta con flores en el rostro.

Insisto, ellas no quieren perritos que les ladren
ellas quieren perritos que vuelvan al tono del primer “te amo” .
Ellas quieren, ellas quieren,
un perrito escuchando lo que tenga que decir cada lágrima
y que con su pata le seque las mejillas.

Ellas quieren perritos que coman lento,
que las miren como a las niñas del 14 de febrero,
y que dejen dibujado con las migas
un corazón encima de la mesa.

Ellas NO quieren perritos que les ladren
Ellas quieren perritos que sólo muestren los dientes
cuando una sonrisa se les meta por dentro de los ojos.


Franco Muzzio

1 comentario:

  1. Franco: siempre he escuchado que usted escribe muy bien, que es un genio. La verdad y se lo digo muy bumildemente, para mi escribe pèsimo, es grosero, no tiene imaginaciòn, siempre recurre al sexo igual que los humoristas de medio pelo que no saben como hacer reir a la gente. Lo lamento porque deja muy mal parada a la poesìa chilena. Por suerte hay algunos buenos y serios.

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