miércoles, 3 de febrero de 2010
25 años de taller
Vengo a la vendimia
de prolíferas letras,
de un huerto fresco de
poemas,
elaborado con tierra
y versos de semilla:
La gimnasia de las calles,
la elección de las estaciones;
el encuentro de las esquinas,
el desequilibrio de las cornisas.
El coro de adoquines
pardos;
un álbum de imágenes,
de rostros entreabiertos;
horarios lunares hecho
estrofas.
Pero por qué caricaturas
del tiempo?
Si no se acostumbran a la
oscuridad,
al talaje del tiempo,
a ser escoltas del silencio.
Quién los autorizó para
cansarse,
si estábamos recién
limpiando la tierra.
Por qué no vuelven?
Hay puertas dormidas que
hoy evoco:
díganme que fueron
un sueño,
un canto de estambres
rotos.
Soy un coleccionista de
días sábados,
los atesoro; viven con
inclaudicable frescura,
están en todas las
habitaciones de mis coronarias.
Es la palpitación de mi universo
Fernando Valenzuela - 2000
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