viernes, 19 de marzo de 2010

Estrella del sur


El barco leva el ancla desde mi pecho,
destilando mis lágrimas.
Rumbo hacia la estrella del sur,
se va.

Su lentitud remueve mi nostalgia.
Las luces se comprimen,
como mi respiración.
Se aleja.

La noche me estremece.
Es el frío, la emoción, la tristeza.
El barco se sumerge en las sombras,
con ella.

Ayer, sólo ayer,
zambas de un viejo cancionero,
entonó la joven a un desconocido,
a mí.

Resonaba su guitarra,
con el eco rítmico de los rieles,
sobre los durmientes desperezados,
iluminada con efímeros destellos de los faroles
que corrían tras las opacas ventanas,
al pasado.

Su primer beso, bienvenida al amor
fue su último beso,
en Puerto Montt, el faro de las islas,
donde el mar danza al pie de la montaña,
donde se quiebra la tierra,
mis palabras se quebraron.

Ahora, estoy solo.
Pero…
se quedó conmigo su beso fundido en mi beso,
mi beso sacrílego,
el que selló para siempre,
sus labios melodiosos.


Oscar Concha Mena - 2010

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