jueves, 17 de diciembre de 2009

Atrapado






Sí,
estuve ahí
pegado a tu oído,
casi sentado en tu hombro,
sintiendo el corcoveo de tus latidos
y el galope de tu corazón.

Te amo, dijiste
y el silencio inundó el tiempo,
cogiendo mi ilusión en un hechizo.


Gabriel Robles
2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario